El concepto de Data Governance (en español: gobernanza de datos) es un esfuerzo en constante evolución para la mayoría de las organizaciones. Se puede considerar como una disciplina que rige la gestión, el almacenamiento, el uso y la protección de la información organizacional. Dado que casi todas las empresas generan datos relacionados con sus clientes y procesos internos, la necesidad de tratar los datos como un activo estratégico centrado en una solución capaz de almacenar, administrar, controlar y movilizar, es primordial.
Dicho de otra manera, Data Governance es la base para obtener el mejor valor de sus datos. El gobierno adecuado apoya el buen cumplimiento regulatorio, y viceversa, afectando directamente el grado de exposición al riesgo que enfrenta la organización.
A medida que las empresas avanzan en la curva de madurez digital, se enfocan en los grandes proyectos de datos y en el análisis, para crear una visión completa de sus clientes y ofrecer nuevas ideas a todas las partes interesadas.
Sin embargo, para lograr esto, las organizaciones deben asegurarse que los datos utilizados para el análisis sean precisos, pero el 74% de las organizaciones tienen dificultades para hacerlo. La cuestionable calidad de los datos es a menudo complicada por los silos lógicos y físicos que separan a los usuarios de los datos, necesarios para soportar su función. De hecho, se estima que el 61% de los usuarios tienen que acceder a 4 o más sistemas de datos separados de manera regular para desempeñar su rol en una organización. Ahora bien, si el 90% de las empresas cree que los datos se pueden hacer precisos con una estrategia de Intelligent Data Governance, ¿por qué no lo hacen todas?
Es simple: muchas empresas carecen de un repositorio central donde la información puede ser reconciliada y agregada para las operaciones de negocios. Esto, lamentablemente, lleva a enfocar las decisiones críticas en cuestiones de calidad y veracidad de los datos por encima de una conversación sobre la dirección táctica o estratégica de la compañía. La incapacidad de centralizar, limpiar, enriquecer, administrar y gobernar los datos impide el mejor uso de los metadatos como un medio de categorización y clasificación. Esto hace que los datos sean menos transparentes, más difíciles de localizar, difíciles de controlar y casi imposibles de integrar. Los datos son demasiado importantes como para ser manejados imprudentemente.
Conclusión
Por todo esto, podemos afirmar que la gobernanza inteligente de los datos es un viaje en el que los requerimientos de la organización se definen, validan y automatizan en prioridades y políticas estratégicas que imponen automáticamente cómo se gestiona la información.
Por Marcos Boaglio,
Solutions Consultant Specialist de Hitachi Vantara